Al remodelar un baño se plantea el dilema de qué tipo de bacha elegir. Para ello, debemos tener en cuenta las ventajas y desventajas de cada una de las opciones, para lograr una buena sinergia entre diseño y función. Una opción clásica y económica es el lavatorio de losa, que puede estar apoyado sobre su columna de pie, o bien colgado con sus respectivos ganchos, a la pared. Esta alternativa resulta práctica para los baños con poco espacio, y si bien los hay de diferentes medidas, son muy funcionales.
En el caso de colocar una mesada, podemos optar por la modalidad tradicional de pileta, donde la sopapa, de desagüe, queda por debajo de la línea de mesada. De esta forma podremos elegir entre: una bacha para pegar de abajo, o alguna para pegar de arriba, que simplemente tendrá un borde solapado que montará sobre el mármol. Las hay, cuadradas, redondas y ovaladas. Lo importante es que tenga medidas suficientes en profundidad y ancho para evitar salpicaduras. Es preferible que la bacha sea cómoda, aunque ello implique sacrificar una porción de mesada de apoyo.
El mercado ofrece productos de primer nivel. Las industrializadas tienen la ventaja que las pendientes de desagüe están estudiadas y no suele haber estancamientos de agua. Podremos optar también, por diseñar y mandar a fabricar una con el mismo material de la mesada, logrando un efecto monolítico. Para ello debemos prestar atención a que las pendientes sean las adecuadas para permitir el correcto drenaje del agua. El estancamiento de agua, desgastara y puede dejar aureolas en la superficie, además de ver una pileta siempre mojada.
Actualmente las nuevas tendencias, nos muestran las bachas que se colocan por encima de la mesada. Hay de distintas formas, tamaños, colores y alturas. Algunas del tipo "ensaladeras" y otras más cuadradas que solo se elevan unos pocos centímetros. La bacha determinará la altura de la mesada de apoyo que deberá ser más baja, que la estipulada tradicionalmente entre 80 y 85 cm. Lo esencial es la comodidad y las alturas tendrán relación con la estatura de los habitantes de la casa.
Si eligiéramos una del tipo Bowl, con una altura estimada en 15 cm, deberemos colocar la mesada de apoyo a 70 cm sobre el nivel del piso terminado. En el caso de una remodelación, y si quisiéramos reemplazar nuestra tradicional bacha por una de este tipo, se recomienda elegir alguna de poca altura para no superar los 85 cm al filo de la bacha. Si necesitáramos tapar el agujero de la bacha vieja, podremos colocar una tapa, que puede ser de vidrio opaco o del mismo material que la mesada, y sobre la cual montaremos la nueva pileta. Otra alternativa es colocarla semi embutida.
Si bien este tipo de bachas son lindas y vistosas, muchas veces no resultan prácticas para el uso diario, si no son lo suficientemente grandes. Si tenemos problemas de espacio, podremos conformarnos con colocarlas en el toilette o algún baño secundario. Por último, y no por ello menos importante, veamos a la elección de una bacha y su grifería como un conjunto, en cuanto a forma y medidas se trata. Hay cierto tipo de picos que no resultan compatibles con cierto tipo de bachas. La idea es que el pico no interfiera al agacharse para lavarse los dientes o la cara. Si tenemos poco espacio, una buena alternativa es colocar una grifería de pared, o una monocomando al costado.
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