El verde, sinónimo de una decoración con vida

Pintar una pared de verde es una empresa destinada a los más atrevidos, pero también para los que quieren que su hogar se llene de vida. Foto: Thinkstock

El verde es el color de la esperanza, el de las hojas de los árboles en primavera. Es un color positivo que tiene que ver con la naturaleza, la juventud, el deseo, el descanso y el equilibrio. Por todas esas razones, conviene decorar en verde. Ahí van algunas propuestas.

Da igual si se trata de una mesa, un cenicero, un jarrón o los dibujos de las cortinas, el verde se impone en el hogar ofreciendo un aire fresco y limpio.

Cada uno de sus matices marcan la diferencia. Incluso la habitación de los niños puede transformarse en un auténtico jardín con un poco de imaginación e ingenio. Tapizados en verde o esponjosas alfombras de pelo largo en un tono intenso ofrece la sensación de estar en pleno campo.

Decorar bien nuestra vivienda atendiendo a nuestros gustos y a nuestra manera de vida; conectando con los colores y con los elementos es tan importante como unas buenas vacaciones, porque nuestro hogar es la fuente de la que renacemos cada mañana, y los elementos que lo componen además de ofrecer confort deben darnos luz y bienestar.

Para atrevidos

Pintar una pared de verde es una empresa destinada a los más atrevidos. Pero las nuevas tendencias señalan estilos en los que de las cuatro paredes que delimitan una habitación, al menos una de ellas puede señalar la diferencia de nuestra vivienda con respecto a la de otros.

No es inusual ver en las series de televisión los colores más valientes para llamar la atención del espectador, y de ahí que los interioristas hayan adaptado ese estilo a una vivienda más informal.

Si en pintura optamos por algo más clásico no hay que olvidar que hay otras opciones en la decoración . Los pufs alrededor del sofá principal y de una mesa auxiliar son los elementos más actuales esta temporada. Informales, en cuero o en materiales plásticos; pequeños y redondos; o enormes para rincones espaciosos, como si fuera un juego, aunque la calidad no está reñida con el diseño más novedoso.

También con un tapizado en tela, un sofá vanguardista de líneas minimalistas de gran formato da un toque muy especial a cualquier estancia y que se acompaña de un solo reposacabezas.

Si optamos por los diseños clásicos de sofás, nos queda la opción de las pequeñas mesas auxiliares para marcar un toque de innovación. Mesas cuadradas de cristal con un hueco útil entre la base y el suelo que puede servir como revistero o para colocar adornos que se pueden ver por la parte superior.

Duchas de naturaleza

Los baños no escapan a esta tendencia colorista y, o bien lavabos de un amarillo verdoso o bien duchas, son bienvenidos con los nuevos diseños. Las piletas grandes, espaciosas y el color se imprime en el exterior para evitar que el cloro del agua deje marcas molestas.

Si le gusta pasear al aire libre, en pleno campo, rodeado y árboles y líquenes y escuchando de fondo el rumor de una pequeña cascada no lo piense e instale en su baño una ducha con chorro directo o con manguera, pero pintada en verde con un pequeño armario incluido. Si además un aroma enriquecido cumple con los efectos de dotar al ambiente de un olor a menta, mejor que mejor, para salir plenamente relajado directo al trabajo.

Si se trata de decorar el despacho en tonos manzana también hay propuestas tanto para la casa como para la oficina que harán reverdecer no sólo la buena calidad de los informes sino el ánimo de quien debe enfrentarse al trabajo.

La mesa en flúor de metacrilato, ligera, amplia y sofisticada combina a la perfección con unas mamparas separadoras que dan la intimidad justa entre compañeros, pero que ofrecen un adorno original y dinámico en un ambiente en el que se requiere actividad.

Flores

Jarrones de cristal transparente, de formas sinuosas sirven para decorar cualquier repisa con unas bonitas flores. Su tono resaltará aún más los rojos, amarillos o blancos.

Las lámparas tampoco se escapan a este universo verde. Justo al lado de un buen sillón de lectura y de una estantería repleta de libros, nada mejor que iluminarse con el foco lateral de una lámpara de pie diseñada en hierro, de líneas rectas y contundentes.
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